Volver a la vida después de las llamas. Joan Carles Ambrojo
Sufrir grandes quemaduras en el cuerpo es una de las experiencias más devastadoras que pueda padecer una persona. El accidente se produce en cuestión de
segundos, pero las secuelas persisten toda la vida. Los afectados pasan por un largo ingreso hospitalario, numerosas operaciones y mucho dolor.
Algunos, con terribles desfiguraciones, deben afrontar el rechazo social y la pérdida de identidad. Sin embargo, en los últimos años ha mejorado la
supervivencia y la recuperación de estos pacientes.
Repercusión psicológica de las cicatrices en el paciente quemado. Josep M
Petit i Xavier Teixidó
Las cicatrices producidas por quemadura representan una grave secuela por sí mismas, pero su repercusión va más allá
de las complejas molestias y limitaciones físicas, llegando a tener importantes consecuencias psicológicas capaces de limitar las relaciones personales y sociales de sus
afectados.